Un canadiense de 59 años, está recuperandose de un cáncer de pulmón, que según él, detectó su gato Tiger."Él subió a la cama y me puso encima su pata. La arrastró hacia mi costado izquierdo y se mostró firme: había algo allí", explica Adams "Y estaba en lo cierto, allí había cáncer".
Adams, que había sufrido bronquitis, asma y enfisema, no había mostrado ningún síntoma de cáncer pulmonar antes del exámen de su gatito.
Han pasado aproximadamente siete meses, desde que el extraño comportamiento del gato le llevara a su médico de cabecera. Él le remitió a un especialista que pudo coger la enfermedad de su pulmón en la primera fase.
"Me hicieron unos rayos X y descubrieron algo sobre mi costado izquierdo", explicaba Adams. Ahora, Adams proclama a Tiger como un héroe que le ha salvado la vida: "Pienso que si él no hubiera hecho esto podrían haber pasado otros cinco o seis meses sin que lo detectara. Siento que podría haber sido mucho peor si el gato no hubiera intuido que algo iba mal. Él es mi héroe".
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